La restauración de la Elizabeth Tower devuelve el brillo original a Big Ben y compite por el Premio Stirling
Una obra de conservación que combina tradición, precisión y sostenibilidad
El icónico reloj londinense Big Ben, alojado en la Elizabeth Tower del Palacio de Westminster, ha recuperado su esplendor tras un proceso de restauración que duró cinco años y que hoy lo posiciona como candidato al Premio Stirling, el galardón más importante de la arquitectura británica.
La intervención, considerada por el jurado como “una verdadera clase magistral en conservación y artesanía”, no solo devolvió la estabilidad estructural al monumento, sino que también rescató detalles estéticos que habían sido alterados durante décadas. Entre los trabajos más destacados se encuentra la recuperación del esquema cromático original en azul y dorado, reemplazando el negro que cubría sus relojes desde hace años.
La restauración supuso la reparación del techo de hierro fundido corroído, la consolidación de la piedra y la incorporación de materiales y técnicas tradicionales como la cantería, el dorado, el tallado en vidrio y la relojería artesanal. Este enfoque permitió honrar la historia del edificio de 96 metros de altura, inaugurado en 1859, sin renunciar a mejoras contemporáneas como la instalación de un ascensor y el reemplazo de las bombillas por tecnología LED de bajo consumo.
Aunque el presupuesto inicial de 29 millones de libras se duplicó, la entrega final en 2022 fue recibida con elogios tanto por especialistas en patrimonio como por el público, que volvió a escuchar el característico “bong” de la campana tras cinco años de silencio.
Este reconocimiento confirma que la arquitectura no solo se mide por lo nuevo que se construye, sino también por la capacidad de restaurar y conservar lo existente con respeto, innovación y visión de futuro. La Elizabeth Tower es, hoy, un ejemplo paradigmático de cómo la tradición puede dialogar con la modernidad.
The Elizabeth Tower restoration brings back Big Ben’s original brilliance and competes for the Stirling Prize
A conservation masterpiece that blends tradition, precision, and sustainability
London’s iconic Big Ben, housed in the Elizabeth Tower at the Palace of Westminster, has regained its splendor after a five-year restoration, now nominated for the prestigious Stirling Prize, Britain’s leading architecture award.
Described by the jury as “a veritable masterclass in conservation and craftsmanship,” the project not only stabilized the structure but also revived aesthetic details lost over decades. Among the most striking achievements was the return to its original blue and gold color scheme, replacing the black paint that had covered the clock dials for years.
The renovation included repairing the corroded cast-iron roof, consolidating stonework, and applying traditional techniques such as stonemasonry, gilding, glass cutting, and clockmaking. These were combined with modern updates, including an elevator and energy-efficient LED bulbs behind the clock faces.
Though the initial budget of 29 million pounds doubled, the final unveiling in 2022 was widely celebrated by heritage experts and the public alike, who once again heard the bell’s distinctive “bong” after five years of silence.
The recognition reinforces the idea that architecture is not only about building the new but also about preserving what already exists with respect, innovation, and forward vision. Today, the Elizabeth Tower stands as a model of how tradition and modernity can coexist in harmony.
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